Ser o no ser esta es la cuestión.
Si lo eres aceptas que trabajas con personas de toda condición, sexo o religión.
Aceptas la gloria tanto como la critica, dar lo mejor de ti sin saber la respuesta, pues lo que para ti es el sumun para el cliente puede ser la desesperación.
El dinero no importa hoy, importa mañana cuando la confianza del cliente hace que te visite semana a semana, mes a mes o año a año.
Ser peluquero no es cobrar dos euros menos para ganar clientes, es cobrar dos euros mas para ser mejor y diferente.
Ser peluquero no es abrir de sol a sol para llegar a fin de mes, es tener un horario digno para tener vida familiar, ser feliz y así llenar el saco de la creatividad y vaciarlo con el cliente con una sonrisa y trato agradable.
Ser peluquero no es contratar a cuatro chaval@s para que hagan nuestro trabajo, si no para que nos ayuden a desarrollar mas y mejor nuestra creatividad.
Ser peluquero no es "guay", es una responsabilidad enorme que