" LA PELUQUERIA EN UN MUNDO GLOBAL: 2021

martes, 12 de octubre de 2021

LOS ÚLTIMOS AÑOS DE UN PROFESIONAL DE PELUQUERÍA



Lo mismo da que seas un, una o une peluquer@; cuando lleves más de treinta años de profesión, seguro que te plantearas  la mejor forma de acometer tu negocio cerca de la jubilación, ¿o no? (cada vez nos la pretenden alargar más).


Ya no estas para tonterías, optimizas tu tiempo de trabajo de forma inteligente y productiva, ya no esta (o no debería) presente tu “ego” profesional, esa cosa insípida, absurda e incolora que condiciona sin parar tu trabajo, esa inseguridad absurda que nos empuja a impresionar al cliente, haces las cosas lo mejor que sabes, tu experiencia es un “grado”, y tu cliente confía en ti; gracias a “dios” y a tu saber hacer, te has ganado un puesto en el Olimpo.


La cuestión es: ¿qué piensas hacer?, yo lo tengo claro, clarísimo, TRABAJAR MENOS HORAS, muchos pensaran…..¿y eso cómo es posible?, cada vez más impuestos, más competencia, etc..

Bueno yo lo resumo a una cuestión de necesidades, YA NO NECESITO CASI NADA, pienso trabajar 6 horas al día hasta que llegue el final, la facturación ha de cubrir gastos y permitirme un sueldo adecuado a mis necesidades.


Ni se, ni me importa la facturación de los demás, estaré al día en todo pero no necesitare trabajar más horas para conseguir mis objetivos, disfrutare haciendo lo que mejor se hacer, sin demostrar nada, haciendo muy productivas mis pocas horas de trabajo para que las cuentas salgan, lo siento pero mi espacio de trabajo no ha sido, es, ni será mi lugar de esparcimiento y diversión, eso lo tengo en mi vida privada, donde, con, y como quiero, yo disfruto en mi trabajo pero no es la base de mi vida, (mi madre ya la perdió por eso….).


Las decisiones sobre nuestras vidas están en nuestras manos, no en las de los clientes, me han llegado a decir que nos estamos haciendo señoritos, que deberiamos madrugar más los sábados por que las novias no llegan a tiempo por los fotógrafos etc, etc.


La selección de este tipo de vida, me lleva a plantearme seriamente que trabajos me interesa hacer o no,  la ecuación: tiempo+trabajo/ego en mi caso es clara, dejo al último fuera y me quedo con lo que me interesa y por supuesto al cliente, que acabó seleccionando.


Tenemos la costumbre de vivir hacia afuera, no miramos como debemos en nuestros sentimientos más profundos, nuestras necesidades sinceras para conseguir mas momentos de felicidad, dejando el materialismo absurdo como premio a nuestro esfuerzo.


Ojalá tengáis la suerte de encontraros en estos últimos años de profesión; para que los disfrutéis,
y no os obcequéis en ser mejores profesionales que vuestros compañeros, pues los años ya han demostrado lo “buenos que sois”.


Un abrazo.