
Se ha perdido, el dinero lo ha podrido todo, como lo necesito ya vale cualquier excusa o calumnia para conseguirlo, la empatía se pierde cuando la necesidad apremia y se siente la gente justificada en su fin para ganarlo a pesar de todo.
En el negocio de la peluquería se esta usando la mala arte, un empleado se siente con el derecho de dar su móvil a un cliente, de decirle al mismo que esta siendo explotado, ¿no te doy lastima?, es este mismo empleado el que al montar su peluquería sin ni siquiera respetar los mínimos de ley con negocios sin licencia de apertura , sin pagar lo que es de todos a la hacienda publica el que se