El peluquero, la peluquería, los empleados y los clientes,
menuda combinación, en un mundo donde la
imagen tiene un peso especifico fuerte, imaginad lo difícil que es llevar un
negocio de estas características adelante, osados inversores vieron en este auge de la
imagen un filón, una mina de oro y diamantes en la que los extractores de
preciados metales eran académicos huidos del mundo del estudio al mundo
profesional y de servicios, abnegados servidores que ni siquiera fueron capaces
de pasar por un mundo insufrible de letras y números enmarcados en libros.
Hayyyyy dios mio a lo que hemos llegado, como
te va a hacer un estilismo adecuado alguien que vive por un jornalillo, alguien
que no ha sufrido, vivido el mundo desde todas sus perspectivas y experiencias,
alguien que huye del
esfuerzo para crecer en lo personal no esta capacitado para dar valor a tu estilismo, eso da a entender en estos momentos la peluquería, el cliente anda desconfiado, piensa: ¡Madre mía!, que no me coja esta, ¿pero si me coje ese?, y asi de un lado a otro en busca del “Dorado”, ese profesional de toda la vida criado en la experiencia y el sufrimiento diario de la autoestima del cliente, ese profesional forjado en la caldera de los sinsabores que poco a poco durante muchos años ha ido aprendiendo a hacer feliz a un cliente con una buena imagen, que ha hecho mil cursos en mil ciudades intentando ser feliz con el servicio que da, esa cosa incolora, insípida, intangible que es dar con el look adecuado que desata una sonrisa en el cliente que una vez complacido no sabe como agradecerte lo bien que se ve.
esfuerzo para crecer en lo personal no esta capacitado para dar valor a tu estilismo, eso da a entender en estos momentos la peluquería, el cliente anda desconfiado, piensa: ¡Madre mía!, que no me coja esta, ¿pero si me coje ese?, y asi de un lado a otro en busca del “Dorado”, ese profesional de toda la vida criado en la experiencia y el sufrimiento diario de la autoestima del cliente, ese profesional forjado en la caldera de los sinsabores que poco a poco durante muchos años ha ido aprendiendo a hacer feliz a un cliente con una buena imagen, que ha hecho mil cursos en mil ciudades intentando ser feliz con el servicio que da, esa cosa incolora, insípida, intangible que es dar con el look adecuado que desata una sonrisa en el cliente que una vez complacido no sabe como agradecerte lo bien que se ve.
Hagamos entre todos una reflexión, cerremos los ojos y
hagamos “uhmmmmmm”, hagamos un réquiem por el profesional que se ha mezclado
con el amateur en la valoración, hagamos un réquiem por el desprestigio que han
hecho del mundo de la peluquería los que no la valoraron dejando los libros por
dinero fácil, “ahummmmmmmm”, que la crisis devuelva al cesar lo que es del
cesar, y que los ineptos desprovistos de conocimientos y experiencia salgan de
la ordinariez y la mediocridad y dejen crecer a los artistas, si esos artistas
como los de antaño, creando sin pensar tanto en lo que ganan como en lo que
aportan.
A mi por mi parte lo unico que me queda por decir es que los felicito por su enorme efuerzo y voluntatd de superacion que tienen tienen una hermosa peluquria sigan como ban acia el exito.
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